Por Ricard Fernández
La primera se celebró en Sao Paolo, pero la mejor es la vallecana
Alrededor del año 270 nació un niño al que llamarían Silvestre. Su padre, Rufino, lo puso desde muy joven bajo la dirección del prudente y piadoso presbítero romano Cirino, y enseguida se empezó a distinguir por una abnegada caridad. La verdad es que Silvestre era apreciado en la Roma de entonces por su humildad. Llega a ser elegido Papa el 31 de enero del año 314 y muere el 31 de diciembre del año 337. Así pues, la fiesta en su honor se empezó a celebrar el último día del año…