Con la llegada del otoño, muchas personas echan de menos la playa y el buen tiempo, entrando en una especie de letargia que dura hasta la primavera. Sin embargo, hay lugares que es precisamente en otoño cuando alcanzan su máxima belleza, y brindan un escenario idílico para una escapada durante estos meses un poco borrascosos. Los reyes del otoño son, sin duda, los bosques caducifolios como los hayedos, y algunos de ellos, en nuestro país, están declarados Patrimonio Natural de la Humanidad.
Aunque la geografía española es más bien seca, existen rincones en que el bosque es un vergel húmedo y frondoso como de cuento de hadas. Estos grandes bosques con especies de hoja caduca son uno de los mayores espectáculos que ofrece la naturaleza cuando llega el otoño y se tiñen de colores rojizos y ocres…