National Geographic 01 de septiembre de 2012
En el IV milenio a.C. las gentes de Mesopotamia empezaron a agruparse en núcleos de los que surgirán las primeras ciudades, lo que traerá consigo un cambio radical en la vida social y económica de la humanidad
Durante milenios el hombre llevó una existencia itinerante, dedicándose a la caza o la recolección y viviendo en pequeños grupos, repartidos sobre amplios territorios. En el neolítico, con el desarrollo de la agricultura empezaron a constituirse aldeas más estables y también más pobladas, aunque sin pasar todo lo más de algunos centenares de habitantes. Fue únicamente en torno al año 3000 a.C. cuando aparecieron los primeros núcleos de población a los que podemos dar el nombre de ciudad. Desde entonces la «revolución urbana» no dejó de extenderse, cambiando por entero el curso de la historia de la humanidad…